Salud

Elegir bien los alimentos en épocas de sobreinformación

Expertos resaltan que una elección alimentaria consciente debe basarse en información confiable, no en modas o mitos populares.

Actualmente, algunos enunciados como "sin conservantes", "100% casero", "libre de aditivos" o "sin ingredientes artificiales", suelen seducir en góndolas de supermercados y dietéticas. Sin embargo, es importante dudar en torno a cuán cierto es esto y con cuánta seriedad deben ser tomados aquellos productos con cierto grado de procesamiento frente al auge del "todo casero".

Expertos en nutrición sostienen que, en un contexto donde la conciencia sobre alimentación se incrementa y escalan cuestionamientos hacia los "ultraprocesados", algunos alimentos que podrían formar parte de una alimentación saludable y segura pueden estar siendo injustamente señalados.

“El problema no es el procesamiento en sí, sino qué tipo de procesamiento se hace y con qué fin”, sostuvieron desde PROFENI, entidad integrada por profesionales de la salud abocados al estudio de la nutrición infantil que trabaja en el desarrollo de propuestas para mejorar el perfil nutricional de productos alimenticios, investigar y comunicar para concientizar y así contribuir a la construcción de infancias saludables.

Por la cantidad de información existente, concepto denominado como "infoxicación", se propone analizar qué se come y valorar el rol que puede cumplir cada alimento en la dieta de niños.

Existen alimentos industrializados que contienen un exceso de nutrientes críticos (sodio, azúcares agregadas y grasas saturadas) y, por lo tanto, su consumo desmedido puede ser perjudicial para la salud. También preparaciones caseras que pueden tener mucha cantidad de estos nutrientes. Por otro lado, existen alimentos procesados que por su valor nutricional pueden formar parte de una alimentación saludable, equilibrada y balanceada, como por ejemplo leche, yogur y quesos.

“Cuando se habla de ultraprocesados como categoría general, debería distinguirse que no son lo mismo galletitas rellenas cubiertas en chocolate, gaseosas azucaradas, un pan negro y un yogur con fermentos vivos y colchón de frutas. No hacerlo es un error conceptual que lleva consigo un mensaje nutricional que desorienta”, indicaron.

Los NOVA

Esta clasificación define a los alimentos ultraprocesados como productos formulados con ingredientes industriales, los cuales priorizan el sabor y la duración antes que el valor nutricional. Sin embargo, es un enfoque cuestionado por entidades científicas que señalan su falta de precisión para evaluar el impacto real de los alimentos en la salud.

En cuanto a los lácteos, la pasteurización es un proceso industrial indispensable. El mismo implica calentar la leche a una temperatura específica durante un tiempo determinado, lo que logra eliminar microorganismos potencialmente dañinos como bacterias, levaduras y mohos. Se trata de un proceso de seguridad alimentaria. Esto obliga a pensar que la noción de "proceso" no convierte automáticamente a un alimento en poco saludable. Al igual que la pasteurización, también existen otros procesos como el agregado de aditivos aprobados, la fermentación, todos a modo de estrategia de seguridad o preservación de nutrientes.

“No podemos comparar un yogur con una golosina. Estos hacen un aporte nutricional muy diferente. El yogur se destaca por su aporte de calcio, proteínas y microorganismos vivos y beneficiosos para la salud, mientras que las golosinas, en su mayoría, presentan fundamentalmente azúcar u otros nutrientes que es conveniente limitar para acercarse a una alimentación saludable”, apuntaron.

Y añadieron: “Los aditivos alimentarios -como estabilizantes, colorantes o conservantes- son evaluados por organismos internacionales como la FAO y la OMS y deben superar las exigentes pruebas de seguridad solicitadas por autoridades regulatorias de cada país (en nuestro caso, de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica -ANMAT-) antes de ser aprobados”.

La clave es comprender que no todo aditivo es igual, y que la función no es esconder ingredientes ni engañar al consumidor, sino garantizar que los productos puedan mantenerse estables, seguros y apetecibles.

Comer con conciencia, no con miedo

La alimentación perceptiva y consciente -un enfoque que gana cada vez más respaldo desde la pediatría y la nutrición- propone dejar de lado el temor a los ingredientes individuales y prestar más atención a qué, cómo, cuándo y por qué se comen los alimentos. Más que leer la etiqueta con lupa y evitar todo lo que suene a "químico", propone desarrollar una relación saludable con la comida basada en el conocimiento, el equilibrio y el disfrute.

“Lo casero no siempre es mejor. Una bebida vegetal hecha en casa sin control microbiológico puede resultar peligrosa, mientras que múltiples productos industrializados que se venden en el supermercado fueron elaborados bajo estrictas normas de calidad e higiene y son seguros”, advirtieron los expertos.

Otro de los desafíos que enfrentan muchas familias es la falta de tiempo al momento de cocinar. Por ende es clave dejar de demonizar alimentos por su grado de procesamiento sino atender a qué se está eligiendo consumir y en qué momentos.

"El problema no radica necesariamente en el procesamiento en sí, ya que un alimento procesado puede ofrecer nutrientes de calidad. Productos como pescados, verduras o legumbres enlatadas, yogures y quesos pueden ser alternativas prácticas, seguras y con buen perfil nutricional. Incluirlos permite contar con ingredientes o alimentos que pueden contribuir a mejorar la calidad nutricional de las comidas diarias", indicaron.

Por todo ello, desde PROFENI insisten en la necesidad de revisar los mensajes simplificados que circulan en redes o medios de comunicación. “Una alimentación saludable se construye con elecciones informadas, variadas y realistas. Los alimentos no son buenos o malos por su nivel de procesamiento, sino por su composición nutricional, su contexto y frecuencia de consumo, el tamaño de la porción y el lugar que ocupan dentro de una alimentación equilibrada”, concluyeron.

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